Con paños tibios levantaste mis ojos despues de mil años somnilentes, (debo informarte que no recuerdo mi nombre y olvidé como usar los dientes) pusiste mano en el aire y ahora debo retribuir las gracias (de verdad lo siento mucho, pero no me acordaba de la d de dedo y solo se contar hasta diez).
Aún no entiendo de que se trata esto, pero reconosco que los colores me agradan bastante... Enseñame a hablar, comprame un cubo rojo y yo te cuento algo interesante de hace un milenio atrás.
