
Dentro de las casa los adultos mantienen el control al rededor de la mesa mientras todos los chicos van por pan y queso. Toda la ciudad se vuelve adolecente mientras los adultos miran la television a la hora del té, todo toma colores en las calles y yo te busco entre mil nenas que salen a comprar.
Te propongo que nos topemos accidentalmente a la hora del té, solo un par de minutos fuera de la panaderia.
1 comentario:
Y así luego, estar un buen rato y apretar cachete a la casa y el gran detalle: el olvido del pan.
(y la gran mentira: no había).
(L)
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