Mi policlínico

Si uno quiere observar la fauna silvestre chilena hay dos lugares, el zoo metropolitano y el policlínico, llegue con 3.9 de tº y había una fila de 20 personas, flaites heridos bajo circunstancias delictuales, guaguas malcuidadas por mamás de 15 años, viejas prepotentes con dimensiones corporales prepotentes, gente común y corriente.

Después de hacer una fila para una atención digna me sente en una especie de galería donde se apreciaba el rostro de los demás, caras gastadas, llenas de morbo, el que mas tocia era el mas observado, una señora e dio un ataque de tos que imitaba el timbre de voz de Barry White, me dio risa la situación irónica por el hecho de que a mi también se me estaban cayendo los pulmones, llego mi turno de atención y me toco una doctora de pelo-lais, rica la mina, tenía cara de "yo estudie en la católica", tuvimos una relación de 5 minutos:

-¿como te sentí? (primera pregunta weona)
-¿al toser te duele la garganta? (segunda pregunta weona)

a pesar del grado académico o la calidad de la u ella seguía siendo "pelo-lais", por los 3.9 de tº fui premiado con la PENICILINA, pero las graciles manos de la doctorcita no hiban a tocar mis gluteos, fui al pabellón de al lado y vi una enfermera gorda "vieja escuela" con manos de panadero, supe que ese día conocería el dolor, me baje el pantalón y me relaje, no se que paso con mi organismo pero el pinchazo hizo que mi cuerpo saltara en un espasmo, la vieja me dijo por cobarde te doy otra,... la sádica repitió el procedimiento, salí de ese pabellón infernal como herido de guerra, pero con menos fiebre y mejor...

en fin mejor.