"Guitarras en las sábanas (memorándum Nº1)"
Una radio con blues y ska se escucha a lo lejos en la camioneta y el sol golpea mas fuerte de lo común, todos sonrien extrañamente y tu te mantienes al pendiente, cuando los mosaicos estan listos para ser pegados, cuantos pecados yo he pagado?, me importa una wea, me importa mi propia escuela y mis ojos se sinceran en una mesa del McDonald, ¿Que importa comer mierda si podemos tomarnos una siesta?, un vidrio se quebró entre mis manos y yo respondo que no me siento nada peor, si no mucho mejor, curioso, pero mucho mejor, la risa hace bien, dibujar con ketchup hace bien, y pienso en el puerko araña y miles de imágenes que explotan en mi mente jugando con el canal de televisión y me veo bebé, me veo adulto, y finalmente me veo abuelo, en cada etapa una cara distinta, una música sonora distinta, demasiado agradable para una melodía subliminal al estilo Mars Volta o Sonora Malecon, tu decides la elección, tu memoria, tu conciencia, tus sentimientos de rabia y dulzura se contagian en un paladar destruido anteriormente y una mente que no sobresalía de su vientre de fuego que esperaba solo sacudirse asi mismo en contemplanza y deseo, una rata cruza el riel y ya no es fácil suicidarse en el metro, viajando de estación en estación, reconozco mi propia adicción, Renton y Sick Boy ya no apuestan en mi colchón y la jeringa se hunde mejor, yo preparo la insulina con morfina y diazepan, yo preparo el acido acetil salicínico con mis moretones vejados, quien puede prepararme solo un café helado?, suelo recobrar la memoria y desgarro las cortinas de mis párpados en un grito eterno que dura un minuto, he imagino el salto del piso 10 y me acerco al asfalto ahora despacio y cada vez mas despacio, el número 10 es el mejor, el número 10 es el peor, el número 10 es mi canción junto a tu voz, el número 10 es solo un número, ¿lo que importa es la canción, no?
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